Una publicación de la Fundación Mediterránea estima que por costos relativos y preferencias post-Covid, el turismo resulta una buena posibilidad para Argentina, sin embargo necesita una mirada de extenso plazo.
Desde la superación de los más grandes inconvenientes sanitarios que trajo la enfermedad pandémica del coronavirus, existe un potencial de recuperación bastante relevante para el turismo en todo el mundo, en el cual Argentina tiene monumentales oportunidades -explotar atractivos naturales y culturales- y retos de política pública -mejorar ambiente de negocios, infraestructura, conectividad, seguridad-.
Si se examina la capacidad adquisitiva de los salarios brasileros y de Chile en términos de bienes argentinos, hay costos relativos para promover el turismo receptivo, en más grande medida originado en el territorio trasandino; comparado con 2017 la función de compra creció 6% para los salarios brasileños (al cambio oficial) y 75% (al dólar blue), en lo que para los de Chile, el aumento ha sido de 59% (al oficial) y 153% (al blue).
En la misma línea, el turismo emisivo de Argentina al exterior está poderosamente desincentivado, debido a que el sueldo argentino, en términos de “dólar turismo”, redujo 22% en los últimos 12 meses, se localiza un 52% por abajo del grado pre-pandemia (2019) y es 65% inferior al que corresponde a 2017, dejando un fundamental espacio para desarrollar el turismo interno.
Es posible imaginar que el turismo post enfermedad pandémica resulte al principio menos deficitario que lo cual ha sido en los años prepandemia, una vez que la salida neta de divisas por turismo alcanzó conseguir los US$ 6.009 millones (2017), todavía con una fundamental afluencia de turistas extranjeros al territorio en ese año (el intenso fomento del emisivo debido al desalineamiento cambiario desbalanceó las cuentas externas del turismo).
El turismo pertenece a los sectores económicos más relevantes en todo el mundo. En 2019 generó U$S 8,9 billones, un 10,3% del Producto Interno Bruto mundial. Dicho año, describió el 10% del trabajo mundial (330 millones de puestos de trabajo) y 1 de cada 4 puestos de trabajo provocados surgieron del sector turismo.
Para Argentina, que lleva 10 años de estanflación, con nula construcción de puestos de trabajo de calidad en la zona privado, y que sufre crónicos inconvenientes de falta de divisas, el turismo debe ser un sector clave al cual apuntar en la táctica económica.
Dadas las propiedades del sector, y tomando en cuenta el duro entorno que atraviesa a partir del inicio de la enfermedad pandémica, apostar al turismo y a su reactivación podría crear fuertes eslabonamientos hacia atrás, que colaborarían en la reactivación de toda la economía.
El turismo post enfermedad pandémica
Con la enfermedad pandémica de coronavirus, las limitaciones a los movimientos de individuos llevaron los flujos de turismo a niveles mínimos, en especial el turismo universal. Argentina no ha sido la distinción. Tomando en cuenta cifras que corresponden a los primeros 7 meses de 2021, el turismo emisivo por cada una de las vías (aérea, terrestre y fluvial/marítima) fue de 323 mil turistas, 88% menor relacionadas al turismo emisivo acumulado hasta julio de 2020, y 95% inferior comparativamente a los niveles pre-pandemia (enero-julio de 2019).
Por su lado, el turismo receptivo acumulado hasta julio de 2021 ha resultado de 79 mil personas, cifra que refleja caídas de 96% y 98% comparativamente a los mismos periodos de 2020 y 2019, respectivamente.
Así, dado el limitado o fundamentalmente nulo flujo turístico que existe, el elevado déficit de la báscula turística (cantidad de personas) que ha existido a lo largo de los últimos años en Argentina básicamente
Se ha eliminado en 2021, con un saldo negativo de 244 mil turistas, una vez que alcanzó ser de casi 4 millones de individuos en 2018.
Por lo anterior, en la post enfermedad pandémica existirá una demanda contenida por viajes, que seguramente se recuperará en forma pronunciada una vez superados los más grandes inconvenientes sanitarios.
Empero bastante posiblemente habrá cambios en interacción a las preferencias de los turistas, por lo menos inicialmente, lo que es algo que ya se ha ido viendo en los meses de temporada en los que ha estado autorizado el desplazamiento turístico: incrementarán su colaboración el turismo al aire independiente, el de baja densidad (rural y otros), los viajes nacionales e de todo el mundo a destinos subjetivamente cercanos, entre otros fenómenos. Puntos que además se permanecen destacando y se destacarán, son: tarifas y destinos flexibles, ayuda al viajero, destinos con ingreso a infraestructura sanitaria, , entre otros.
En el nuevo entorno, al inicio van a poder conseguir más grande inserción las naciones con buenos paisajes y enormes extensiones, con turismo de subjetivamente baja densidad y con ocupaciones turísticas más dirigidas al aire independiente. Se espera que el turismo de tercera edad, los eventos masivos, convenciones, entre otros, presenten una recuperación más lenta y tarden un más grande tiempo en volver a la normalidad.
Un caso interesante a resaltar es el del turismo de viviendas rodantes en Argentina, que en las últimas décadas venía decayendo y perdiendo fama. Dado el entorno de hoy de enfermedad pandémica, se recuperó el interés por los motorhomes como un medio de transporte para recorrer nuevos paisajes, priorizando el distanciamiento y evitando la relación directa con otras personas externas al entorno familiar o de travesía.
En este sentido, al examinar la dinámica de las búsquedas llevadas a cabo por la población argentina en el motor de búsquedas de Google en relación a “casas rodantes” y “motor home”, se observa que, tomando en cuenta los últimos 5 años, el punto máximo de toda la serie de datos se alcanza en el primer mes del año de 2021. A lo largo de los meses de enero y febrero de 2021, aproximadamente el interés referente a viviendas rodantes plasmado en las búsquedas de Google creció 24% con respecto al mismo lapso de 2020 (pre-pandemia).
Argentina en el índice de Competitividad Turística
¿Cómo está posicionada Argentina para aprovechar las oportunidades que ofrecerá el turismo post pandemia?
La primordial virtud es que está bien posicionada en ciertos de los temas que van a ser relevantes para la reactivación del sector post Coronavirus 19. Tomando en cuenta el Índice de Competitividad de Viajes y Turismo del Foro Económico Mundial (2019) 2 , Argentina está ubicada en bastante buenas posiciones del ranking mundial en los elementos “Recursos Naturales” (16°), “Salud e Higiene” (14°) y “Recursos culturales…” (14°).
En el ranking universal de este índice, está en la postura 50°, por abajo de México (19°), Brasil (32°) y Perú (49°), y por arriba de Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay. ¿En qué capítulos del índice está Argentina peor posicionada? En temas como “Seguridad” (99°), “Infraestructura terrestre y portuaria” (103°), “Ambiente de negocios” (135°) y “Sustentabilidad ambiental” (136°).
Resumiendo, Argentina se halla en buenas posiciones en el ranking de competitividad turística una vez que es dependiente primordialmente de componentes exógenos, como la naturaleza, y no tan bien una vez que es dependiente de las políticas públicas y la función de conseguir buenas elecciones colectivas. Es necesario, entonces, una política de estado e integral para atraer turismo a la Argentina, en forma sustentable.
“Salario turismo”: ¿Cómo está Argentina para el turismo emisivo y el receptivo?
Si bien en el citado índice del WEF Argentina no surge bien ubicada en “Competitividad de precios”, podría tratarse de un problema con el año en el que se logró la medición. Si se estima el de hoy año, con su grado de costos, salarios, tipo de cambio e impuesto a los ingresos, hablamos de una buena posibilidad como para el turismo receptivo (atraer turistas extranjeros) como para que el turismo emisivo resulte moderado (salida de argentinos al exterior).
Respecto al turismo emisivo luego se examina cómo está el poder adquisitivo de los extranjeros para hacer turismo en Argentina, precisamente para turistas provenientes brasileños y Chile. En la situación de los turistas brasileros, el poder adquisitivo está 6% arriba del grado que exhibía en 2017 si se utiliza el tipo de cambio oficial de Argentina, y resulta 75% preeminente si es considerada la valuación del dólar blue.
Si se utiliza un tipo de cambio promedio entre el oficial y el blue, en 2021 un asalariado de Brasil tiene 40% bastante más de poder adquisitivo en Argentina que en 2017. En otros términos, le sale subjetivamente “barato” hacer turismo en Argentina, si es comparable con el caso de 4 años atrás.
El costo mínimo de capacidad adquisitiva del sueldo brasilero ha sido alcanzado en el mes de octubre de 2001. Comparando con tal grado, si se toma el tipo de cambio oficial de Argentina, en 2021 la capacidad adquisitiva resulta 118% más grande; tomando en cuenta la cotización del dólar blue, sin embargo, la capacidad adquisitiva en 2021 está 266% por encima de 2001; en lo que, si se toma un promedio entre el oficial y el blue, en 2021 un asalariado de Brasil tiene un 192% bastante más de poder adquisitivo en Argentina comparativamente a octubre de 2001.