Como sucediese el año pasado con el Gimnasio Maravillas, desarrollado por Alejandro de la Sota, la Comunidad de la capital española ha acordado declarar al Edificio Capitol y sus workplaces como Bien de Interés Cultural (BIC), en categoría de Monumento, continuando así el proyecto para resguardar y dar a conocer la arquitectura moderna de España del siglo veinte.
El Edificio Capitol, asimismo conocido como Edificio Carrión, fue desarrollado por los arquitectos Vicente Eced y Luis Martínez Feduchi empezando su construcción el veintiuno de abril de mil novecientos treinta y uno y siendo estrenado el quince de octubre de mil novecientos treinta y tres.
La edificación, con una altura total de sesenta y tres metros hasta el antepecho del torreón, consta de catorce plantas y ocupa una superficie en planta de mil trescientos sesenta y tres metros cuadrados. Además de esto, en el instante de su inauguración cobijó un programa multifuncional complejo y moderno adelantado a su tiempo, con residencias, oficinas, espacios para el ocio y el espectáculo.
Por esta construcción, los arquitectos recibieron la Medalla de Segunda Clase de la Exposición Nacional de Hermosas Artes de mil novecientos treinta y cuatro, en la que la primera quedó desierta y en mil novecientos treinta y tres, el Premio Municipio de la capital española por el diseño de su moblaje, efectuado de manera expresa por Feduchi.
Aparte de haberse transformado en un edificio icónico de la capital de España y ser parte del imaginario colectivo de los madrileños y madrileñas, este edificio representa un espléndido ejemplo de la arquitectura racionalista y la introducción del expresionismo alemán en España.
Arquitectos como Juan Daniel Fullaondo declararon alguna vez que la construcción Capitol era “objetivamente más esencial que todas y cada una de las obras diseñadas por el conjunto GATEPAC”, mientras que Oriol Bohigas resaltaba la relevancia del mismo por el hecho de que “representaba la introducción en España de los expresionismos alemanes de clara procedencia mendelsohniana”.
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Mas aparte de sus valores estéticos, este reconocimiento concedido por Comunidad de la capital española pretende asimismo poner en valor y dar a conocer sus peculiaridades técnicas y tectónicas. Aspectos en los que este edificio asimismo se adelantó a su tiempo.
En este sentido, es interesante resaltar que en la estructura se emplearon por vez primera en España vigas Vierendeel de hormigón y que, con treinta y uno metros de luz se transformaron en aquel instante en las mayores de Europa. Además de esto, los arquitectos utilizaron los materiales y técnicas más avanzados del instante como el vidrio, el acero, el aire acondicionado o bien la luz eléctrica en una busca intensa por lograr una nueva arquitectura para una nueva sociedad.
Por todo ello, este edificio se ha transformado en uno de los más esenciales y representativos de los construidos en la villa de Madrid y España a lo largo del siglo veinte. Pocos edificios tienen la capacidad del Edificio Capitol para representar a la villa de Madrid, siendo desde ese punto de vista un incontrovertible elemento miembro del patrimonio histórico de la Comunidad de la villa de Madrid, con valores culturales suficientes para su declaración como Bien de Interés Cultural.